domingo, noviembre 08, 2009

Victoria en las Calles - La obra de un Evangelista

Posted on 6:03 p. m. by Apostol Duilio Vetere Casco



Lucas 14:15-24: Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.


En esta preciosa parábola podemos descubrir que a la hora de evangelizar existe un tiempo y una intensidad.


En primer lugar leemos que hay una invitación (que fue rechazada por causa del engaño de las riquezas)
En segundo lugar notamos que ya no es una invitación, sino que se torna un poco más "agresiva" la evangelización y ahora hay que traerlos.
Una cosa es invitar, esperando que lleguen o no, y otra cosa muy diferente es ir a buscarlos y traerlos.
Pero la tercera y última manera es ir a buscarlos y forzarlos a entrar, se torna aún más "agresivo" el evangelismo.
De esta manera el Señor nos deja ver cuál debe ser el carácter que debe tenerse a la hora de ganar almas. Dios, como padre de familia, quiere que su casa se llene.

Dios quiere ver iglesias llenas, y si no están llenas es porque faltan obreros dispuestos a salir a las calles a invitar, a traer y a forzarlos a entrar si fuera necesario.

Esta es nuestra tarea, el Señor nos garantiza que Él se va a encargar de alimentarlos en su casa.
Muchos no van a ser dignos, y los que nosotros pensamos que no son dignos, Él los hará dignos de recrearlos en Su casa (Isaías 56:7)


Ahora bien, si estamos dispuestos a salir a las calles debemos conocer con qué situaciones y peligros nos encontraremos; pero también debemos saber que no vamos solos, porque Dios viene con nosotros!

León (el diablo nuestro adversario):


Proverbios 26:13: Dice el perezoso: El león está en el camino; el león está en las calles.


Lo primero que debemos comprender es que el diablo, que el Señor lo reprenda, anda por las calles como león rugiente viendo a quien devorar.


1 Pedro 5:8: Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar...


El temor a enfrentarnos a nuestro adversario, muchas veces nos vuelve perezosos y no realizamos la tarea evangelística como debiéramos.

Tristeza, depresión:


Isaías 24:11: Hay clamores por falta de vino en las calles; todo gozo se oscureció, se desterró la alegría de la tierra.


En las calles nos vamos a encontrar con gente triste, que está pasando un momento de profunda depresión, que ya perdieron todo lo que les provocaba alegría y tienen pensamientos de suicidio... pero nosotros tenemos VINO CELESTIAL, el gozo de la salvación.

Muerte, violencia, delincuencia:


Jeremías 9:21: Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, para exterminar a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas.
Ezequiel 11:6: Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis llenado de muertos sus calles.


En la calle nos vamos a encontrar con una potestad de violencia. Vemos cómo se ha instalado la violencia, los robos, las violaciones en las calles, la muerte tiene sed de jóvenes, de adolescentes, la muerte tiene hambre de sangre de niños, niños de la calle que viven su infancia delinquiendo, drogándose con pegamentos, con "paco" (pasta base), viviendo un presente tan desastrozo que a cada segundo el futuro se aleja para siempre de ellos.
La iglesia no puede darle vuelta la cara a esta situación. No nos llamó el Señor para que nos encerremos en una caja con una pandereta a cantar canciones y a evadirnos de la realidad actual.


Hay muerte en las calles; pero nosotros debemos llevar la vida de Cristo.

Sexo a temprana edad:
Lamentaciones 2:21: Niños y viejos yacían por tierra en las calles; mis vírgenes y mis jóvenes cayeron a espada; mataste en el día de tu furor; degollaste, no perdonaste.


Cuando leí este pasaje pude interpretar por el Espíritu que hay jóvenes que están matando su virginidad. El sexo, la oferta y la demanda, la curiosidad y el sentirse preparados para experimentarlo han gestado una generación de madres adolescentes, niñas que juegan con "muñecos" de carne y hueso. Padres prematuros, que su niñez les fue arrancada para siempre en el mejor de los casos, sino acarreando enfermedades veneras o infecciones.


Nosotros como iglesia tenemos al Espíritu Santo, un Espíritu Todopoderoso, un Espíritu que nos da Dones, Frutos, pero que sobre todo es SANTO. La SANTIDAD nos conviene.


Salmos 93:5: Tus testimonios son muy firmes; la santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

Apartados:


Lamentaciones 4:1: ¡Cómo se ha ennegrecido el oro! ¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.


En las calles también nos vamos a encontrar con piedras del santuario que están esparcidas por las encrucijadas, sin saber qué rumbo tomar.
Antiguamente estas piedras eran parte del edificio llamado santuario, hoy están esparcidas por las calles sin saber qué hacer.


Estos son los que un día conocieron al Señor; pero que hoy están apartados:


1 Pedro 2:4, 5: Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.


Es aquí donde cobra una dimensión extraordinaria el ministerio de la reconciliación.


2 Corintios 5:17-20: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.


No nos llamó el Señor a juzgar a los que han caído, no nos llamó a pisotearlos, a destruirlos sumando a su dolor la condenación de nuestros labios. El Señor nos llamó a traer una palabra de reconciliación, rogando... esta palabra impacta todo mi ser: ROGANDO, pero no como el hombre ruega, sino como DIOS ruega, ofreciendo su sangre para limpiar pecados, trayendo una VERDADERA RECONCILIACIÓN.


Santiago 5:19, 20: Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.


¿Cuántos reciben esta Palabra de vida? ¡Yo la recibo con todo mi corazón! ¡Yo quiero ser un restaurador de vidas! ¡Que los más desechados por el hombre sean transformados en verdaderos santos de Dios, convertidos en Ministros del Espíritu y no de la letra.

2 Corintios 3:4-6: Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.


Falta de Identidad:


Job 18:17: Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles.


También nos encontraremos en las calles con personas que no tienen identidad, son personas que siempre pasan inadvertidas, a las cuales nadie toma en cuenta, son grandes desconocidos, despreciados o al menos menospreciados... pero Jesús está mirándolos.


Lucas 8:43-48: Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie, se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre. Y Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: Maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen. Pero Jesús dijo: Alguien me tocó, porque me di cuenta que de mí había salido poder. Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. Y El le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz. (BLA)


Esta mujer pensó que nadie se fijaría en ella, pero para Jesús no pasó inadvertida... porque para Él todas las almas tienen importancia, y así debe suceder con nosotros.


Iglesia de Cristo, debemos salir a las calles a predicar... "ID" es un mandamiento, no es una sugerencia.

Pero la buena noticia es que el Señor nos va a dar la victoria:


Zacarías 10:5: Y serán como valientes que en la batalla huellan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jehová estará con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados.


Hollaremos al enemigo en las calles! Un ejército de evangelistas se está levantando! Aleluyah!


Apóstol Duilio Vetere Casco
Rhema Ministerios Central


 

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